Después de empezar en este nuevo mundo literario con la bilogía de Lía y emocionarme cada vez que una nueva lectora me da su opinión sobre mi primera historia, sé con seguridad que he cogido el gustillo al arte de la escritura. Tengo ganas de seguir esforzándome cada día, escribir más bonito, narrar mejor y sobre todo quiero ser capaz de crear otra historia que os haga sentir.
En este momento, supone un gran reto para mí poder sentarme a escribir una nueva historia. Quiero que merezca la pena el resultado y que esté a la altura de las lectoras que ya he conseguido con la bilogía de Lía, que sois muchas y muy buenas. En serio, no sabéis lo agradecida que estoy de haberos encontrado.
En plena promoción de Lía me resulta bastante difícil sacar un ratito para concentrarme y escribir, pero sé que tengo que aprovechar cada minuto que tenga y darle a la tecla, porque mi cabeza no descansa y en ella ya están cobrando vida los nuevos protagonistas; sus caras, sus gestos, sus gustos e incluso sus manías.
Cuando escribí Lía era todo nuevo para mí; el proceso, los personajes, la trama, era simplemente una hoja en blanco que empezó a llenarse de letras. Ahora en mi cabeza están Lía y Axel, a pleno rendimiento con la promoción, pero ya comparten espacio con Oli y Alberto, que son dos protas muy especiales que tienen una historia de amor preciosa, terminada y casi lista, de la que de momento no puedo avanzar más, y en este preciso instante también aparecen en escena Gala y Marc, que empiezan a pedir su propio espacio. Además de mi trabajo, mi familia, mi casa, mi …vida, así, en general.
Espero ser capaz de dar forma a esta nueva historia, que os emocione y que os haga sentir, porque mi único propósito como autora ( escritora me suena muy grande ) es que haya alguien dispuesto a leer lo que escribo.
Gracias infinitas por estar ahí.