Un 2018 irrepetible.

El año se acaba y ya se sabe; balance, propósitos, resumen de lo que no quieres repetir y bien grabado en la memoria todos esos instantes únicos e irrepetibles que no quieres olvidar nunca.

No os voy a mentir, tengo tantos buenos momentos de esos últimos que ojalá mi mente siempre esté lúcida para recordarlos.

2018 ha sido mi año. Soy de pares, aunque no maniática. El 8 es mi número favorito.  Y además cumplí 40 que es la edad perfecta para no pensar en el miedo que da lanzarse sino en la satisfacción de intentarlo por lo menos.

No me voy a quejar, más bien todo lo contrario. Solo puedo dar las gracias por todo lo que he me habéis hecho sentir estos meses.  Gracias de corazón.

Estoy convencida de que lo importante es vivir el momento y poder compartirlo. Con los míos, con mis lectoras, con toda la gente que a mi lado suma. Por eso no quiero pensar en alcanzar grandes propósitos el año que viene, sino seguir coleccionando únicos y pequeños momentos para mi colección, porque es lo verdaderamente importante.

Y por supuesto y repitiendo otra vez mis palabras, quiero que si en el 2019 me leéis de nuevo os haga sentir.

Felices fiestas y felices lecturas.

 

 

 

 

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