Cuando empecé a escribir la historia de Lía siempre tuve muy claro como quería que fuese su protagonista masculino. En principio sería mas joven que ella, guapo, perdón, muy guapo, alto, moreno, ojos verdes (o marrón verdoso), cuerpo perfecto y carácter… bueno, digamos que con un poco de «carácter», en general.
Al ser una historia narrada en primera persona sabía que tenía que ponerme en la voz de mi prota y que no sería fácil, aunque reconozco que para cuestiones de amor siempre he sido bastante chico, que no se mal interpreten mis palabras. Lo que quiero decir es que siempre he sido más práctica que romántica. Con esta premisa, cualquiera diría que he escrito una preciosa historia de amor.
No es hasta el capítulo 9, donde me meto por primera vez en la piel de Axel y he de confesar que me encantó la experiencia. Axel siempre será mi primer protagonista y tendremos un vínculo especial. Creo que los capítulos narrados por él dan un aire fresco a la historia, aportan un nuevo enfoque y demuestran que los sentimientos no entienden de géneros, aunque a veces los tratemos de forma diferente, están ahí, para las dos partes.
Al leer nuestra imaginación vuela a un millón de sitios, hay veces que nuestra mente crea a sus propios protagonistas y otras que nos gusta saber en quien se inspiró, aunque sea solo físicamente, la escritora para crear el personaje.
Pues os cuento que mi Axel es Alex González (actor), pero es perfectamente comprensible que vuestro Axel sea cualquier otro, solo espero que os guste su personaje tanto como a mí.
Mientras comíamos hoy, no podía dejar de pensar en que quería follármela, pero no iba a estropearlo lanzándome como un puto crío. Quería que ella lo deseara también. Y cada vez que me miraba, estaba más convencido de que ella también quería lo mismo que yo.
CAPÍTULO 9 – Lía, aquí y ahora.