Sentido y sensibilidad

Suelo escribir el post semanal los domingos pero ayer estuve atrapada entre las  páginas del último libro que he tenido en mis manos. A Elísabet Benavent no le hace falta publicidad, pero no me importa decirlo en voz alta, estaba leyendo Fuimos Canciones, la primera parte de su última bilogía. Como siempre, su forma de escribir es única y sabe utilizar el lenguaje preciso para que no te cueste nada dejarte atrapar, consecuencia, que en tres días me he leído sus casi 550 páginas.

Compartimos lectoras, yo a menor escala, evidentemente, (ella acaba de alcanzar el millón de libros vendido), pero me hace especial ilusión que mis nuevas lectoras me animen a seguir adelante en este nuevo mundo y que en ocasiones me digan que algún día llegaré a codearme con ella. Como diría el rey emérito, «me llena de orgullo y satisfacción», pero de momento, ella juega la Champions y yo la liga de tercera división, pero ganas e ilusión no me faltan para seguir esforzándome.

Bueno, que me enrollo. En realidad yo quería hablar de cómo este tipo de literatura, que generalmente catalogan para mujeres, porque no nos vamos a engañar, somos las consumidoras mayoritarias de este género, consigue millones de lectoras en todo el mundo y aún así, parece que es un género  al que se menosprecia dentro del mundo literario.

Yo no me considero una defensora acérrima de la lectura, porque sé que hay muchísima gente que no lee, porque no lo valora, porque su tiempo libre lo dedica a otra cosa, o simplemente, porque no le gusta, al igual que sé, que hay gente que engancha un libro con otro, sin fin, porque no pueden vivir sin leer. Todo es respetable.Lo que me parece muy injusto es que se critique un tipo de literatura que entretiene, te hace sentir, te llega al corazón y te permite soltar el libro por la noche y descansar la mente, sin más, sin doble fondo y sin comedura de tarro.

Que hay veces que las protagonistas no te gustan, porque son demasiado complacientes, ñoñas o simplemente gilipollas, pues sí. Que hay demasiados libros en los que el protagonista masculino acaba de salir de un universo paralelo donde es imposible que sea real, pues también, pero aún así, dentro del mismo género siempre puedes elegir a los autores o autoras que más se ajusten a tus gustos, sin necesidad de degradar todo lo que implique la palabra ROMÁNTICO.

No hace falta criticar el género, que ahora mismo arrasa en todo el mundo, basta con no elegirlo si no es tú opción.

Y para terminar un consejito personal: despertemos el Sentido y la Sensibilidad. Aunque ELLOS no lean literatura romántica (o no lo quieran reconocer), siempre puedes decirles de palabra todo lo que te ha gustado de la lectura. Muchas veces no hablamos cara a cara de lo que estos  libros nos hacen sentir y es un error. Cuéntale bajito que parte de un capítulo en concreto te gustaría probar, cual es un punto fuerte del prota que te encanta, o incluso, ese viaje que estás deseando hacer, como la prota. Seguro que si empiezas por esas partes en las que los protas tienen un encuentro tremendamente sensual (sexual), captas su atención, después te arrancas con todo lo demás. 374758f67772879efeb886b7b34efd4d

 

 

2 comentarios en “Sentido y sensibilidad”

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