Ahora sí que ya puedo decir que no queda nada para que podáis disfrutar de mi quinta novela, uf, no sé a vosotros, pero a mí, la espera se me está haciendo eterna.
Dicen que publicar un libro es como dar a luz a otro retoño más, pues os confesaré que este parto se me ha está haciendo larguísimo y eso que el de mi primer hijo ya estaba en el top one de los interminables ( y hablo del real, no del literario).
He pensado que en este post os voy a contar cositas de mi nueva historia, sin revelar nada trascendental, por supuesto, que tampoco quiero destripar nada, básicamente, porque estoy deseando que la conozcáis , de tú a tú.
Solo compartiré con vosotros parte del proceso de creación y algunas anécdotas que me han ocurrido por el camino.
La historia de Nora, o al menos el primer capítulo, se me ocurrió en mitad del proceso de escritura de El Camino de Gala. Y digo en mitad, porque mi mente, que como ya os he dicho en alguna ocasión, no descansa demasiado, espera a imaginarse una historia nueva cuando está a punto de terminar la anterior, como si al despedirme de unos personajes tuviera que empezar a dar la bienvenida a los siguientes. Sin embargo, como os he dicho, ese no fue el caso de Nora.
Ella se coló sin pedir permiso, como un ciclón. Y como las musas son muy cabronas cuando quieren, me llenaron la cabeza con diálogos e imágenes de lo que querían contar, así que no pude hacer otra cosa que abrir un nuevo documento word en mi ordenador sin título (normalmente solo les pongo el nombre de mi prota femenina hasta el final) y empecé a escribir, palabra por palabra, ese primer capítulo.
Lo dejé ahí y terminé El camino de Gala, preparé todo el proceso de edición para la auto publicación, como con los anteriores, y justo, en junio, cuando estaba a punto de publicarla, recibí la llamada de una editora del sello Espasa, perteneciente al Grupo Planeta, diciéndome que había leído Oli busca el mar, que la había gustado mucho y que les encantaría que escribiera una historia para ellos, así, sin más.
Mi cara de aluflipada se pudo parecer a esta:
Del acojone y la felicidad inicial, todo mezclado con un toque de incredulidad, me recompuse como pude y quedé en Madrid con ella. Sí, con la que poco después se convertiría en Mi Editora, lo sé, suena genial.
Nos conocimos en un desayuno en el Café Comercial (lugar emblemático de la capital) , donde hablamos de muchísimas cosas y cuando nos centramos en lo que estaba escribiendo en ese momento, la dí un par de pinceladas de la historia de Nora, que ya estaba cogiendo forma en mi cabeza, que no en el ordenador, porque creo que apenas tenía tres o cuatro capítulos escritos por aquel entonces, sin embargo, siempre tuve muy claro lo que quería reflejar y así se lo conté.
Sencillamente, la encantó.
Como no podía ser de otro modo, yo seguí flipando. Mi primera vez enfrentándome al mundo editorial , en Primera División y mis ideas la parecieron perfectas. Nora, Alan, sus amigos, sus vidas, sus pasados, sus encuentros, su manera tan opuesta de enfrentarse a la vida…Todo, sin excepción. Y mira que los que conocéis mi pluma, sabéis que me gusta narrar todo hasta el final, sin medias tintas, además, sabéis que adoro que cada escena explícita os meta en la piel de mis protagonistas y os haga sentir, pues hasta ese punto, en el que la dije que yo no sabía escribir de otra forma, la pareció maravilloso.
Para mí firmar con la editorial ha supuesto un reto en muchos sentidos. Un orgullo infinito, un salto de calidad muy grande, un paso en el mundo literario enorme, una responsabilidad gigante y una oportunidad única.
A partir de ese día, dediqué todos los minutos libres de mi vida a ellos, a meterme en su piel, a conocer su carácter, su forma de pensar, sus miedos, sus dudas, sus sueños…
Era la primera vez que tenía que escribir a golpe de reloj, porque tenía una fecha de entrega y no sabía si iba a ser capaz de estar a la altura del compromiso. Para que os hagáis una idea, mi ordenador me acompañó hasta en mis vacaciones, y aunque a un ritmo mucho más relajado, Nora y Alan no dejaron de susurrarme palabras ni bajo los rayos de sol en las playas gaditanas.
La historia estaba tan clara en mi cabeza, que no voy a decir que ha salido sola, pero casi. Siempre con la inestimable ayuda de mis lectoras cero, que por supuesto, me meten caña(unas más que otras), me escuchan, me soportan, me resuelven dudas, me dan su opinión y me enderezan cuando pierdo el rumbo de lo que quiero contar, así que, solo puedo darles las gracias y hacerlas partícipes de todo esto que estoy viviendo.
Una mención especial para la música, que siempre está conmigo también, sin una banda sonora detrás no podría escribir ni media palabra. Os diré que aunque creo una playlist con las canciones de la historia(como he hecho con las anteriores) y escucho de todo, sin importar el género, mientras escribo, siempre hay un grupo o un artista que me pongo de fondo la mayoría de los días que me siento a darle a la tecla y en esta novela esas cantantes han sido dos: Ella Mai y Norah Jones.
Con toda esa mezcla de ideas, canciones y sentimientos que quería reflejar, en octubre, puse la palabra FIN, unos días antes de que se terminara el plazo, sintiéndome mucho más orgullosa por haberlo conseguido.
Esperé con ansias y millones de dudas ( que me comían por dentro, sí, soy una loca impaciente), el ok definitivo de mi editora a ese final que tan nítido estaba en mi cabeza y cuando me lo dio, sin cambiarme ni una sola coma en todo el proceso, lo sé, yo tampoco me lo podía creer, fue como si una explosión interior abandonara mi cuerpo para permitirme respirar de nuevo.
Los meses posteriores y todo el proceso de edición, han sido muy diferentes para mí con respecto a mis otros libros auto publicados. He pasado de controlar todos los aspectos a delegar en profesionales de primer nivel, aun así, he podido participar y dar mi opinión en la portada, la corrección, la revisión.., y cuando después de esa larga espera, he recibido mi ejemplar y lo he tenido en mis manos, la sensación, jodidamente increíble de felicidad y satisfacción, ha sido la misma que con sus hermanos mayores.
Y aquí estoy hoy, contándoos mi vida y milagros. Mordiéndome las uñas mientras espero a que llegue a vuestras manos el próximo 17 de marzo y deseando que conozcáis a Nora; sensible, tímida y llena de dudas, a Alan; extrovertido, canalla, y lleno de vida, a Lara; madura y lista, a Úrsula; un puto huracán, a Jaime; un introvertido de manual, a Dafne; una cubana que os va a enamorar… y han puñado de personajes más que harán mucho más creíble y humana toda la historia.
Solo deseo que os guste y os haga sentir.
Me encanta como suena todo, los logros conseguidos y los que están por llegar, por que si algo tengo claro, es que Nora y Alan, nos van encantar porque tus historias de #amordelbueno, calan yse quedan grabadas a fuego en nosotras, por que cada historia es auténtica , natural, cotidiana, apasionada y eso hace a tus historias especiales. Deseando adentrarme de nuevo en uno de tus libros, gracias por escribir.
😉❤️
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